Hasta hace unos años se hablaba de la realidad virtual, que te transporta a través de unas gafas a una realidad completamente virtual generada a través de díseño gráfico en 3D. No ves la realidad real, sino la virtual.
Hoy en día se habla de realidad aumentada, que es la tecnología que sobre una realidad física real aporta, a través de un dispositivo, más información digital, haciendo que la nueva realidad que vemos sea más rica, es decir, que esté aumentada. El ejemplo más popular es el juego para móviles PokémonGo, donde con la cámara del móvil captas la imagen real que tienes delante de ti y en un momento dado aparece un Pokémon virtual que tienes que “cazar”. La realidad es la que ves a través de la cámara del móvil, la realidad aumentada es esa imagen más la imagen del pokémon. Un ejemplo sencillo de realidad aumentada lo encontramos en el catálogo de Ikea de hace unos años que podéis ver en el siguiente vídeo.
En nuestro caso, lo que nos ocupa, es el impacto que esta tecnología va a tener en la Industria 4.0. Entendemos que es una solución tremendamente intuitiva para acceder a la información que en un momento dado necesites. Imaginemos que estamos delante de una prensa de estampación, nos ponemos unas gafas de realidad aumentada y nos aparecen pulsadores virtuales etiquetados como “Esquemas”, “Manual”, “Histórico de Reparaciones”, etc. Pulsando virtualmente cada uno de los pulsadores se nos abren paneles holográficos encima de la realidad que vemos (la prensa) con la información que hemos solicitado, como por ejemplo, los esquemas de la máquina. Podemos navegar a través de ellos recabando información. Por si esto fuera poco, tenemos otro botón virtual llamado “teleasistencia” y pulsándolo llamamos a un experto que puede estar ubicado en la otra punta del mundo, le preguntamos la duda que tengamos y nos ayuda y asiste en tiempo real. Podemos añadir tantos hologramas como necesitemos.
Lo importante en este caso es tener buenas bases de datos. Lo que la realidad aumentada hace es convertirse en una puerta intuitiva a información que previamente debe existir en digital. En el caso de los esquemas de la prensa, deben estar digitalizados para poder consultarlos con las gafas de realidad aumentada y añadirlos como hologramas. Lo que realmente da consistencia al sistema son las bases de datos y la información que queremos mostrar. La realidad aumentada es la tecnología que facilita la búsqueda de esa información, haciéndolo además de una manera divertida.
De momento, es una tecnología que esta en fase de desarrollo y se utiliza especialmente en formación y en los sectores del ocio y la medicina. Son las grandes empresas de tipo «early adopter» y desarrolladores los que están invirtiendo en ella y, antes o después, acabará siendo otra herramienta 4.0 de nuestra vida cotidiana en la fábrica. Prueba de ello es que cada vez son más los dispositivos de realidad aumentada que se fabrican dirigidos especialmente a industria, como es el caso del casco DAQRI, cuyo vídeo os sugerimos ver.
También os recomendamos ver este vídeo, donde BMW predice cómo se arreglarán los coches en un futuro próximo. Si queréis más información sobre realidad aumentada (y mixta) en industria os animamos a consultar otra entrada en nuestro blog que hicimos hace unos meses sobre este tema y donde colgamos un vídeo de un piloto de cómo reparar ascensores ThyssenKrupp con gafas de realidad aumentada.