El Mantenimiento industrial ha dejado de ser un servicio que se limita a reparar las averías que van surgiendo para convertirse en el encargado de mantener los activos de una empresa siempre disponibles para su explotación. En los últimos años van surgiendo distintas filosofías, métodos analíticos, procesos de digitalización y estándares con el propósito de optimizar la gestión del mantenimiento. El objetivo final es garantizar que el activo está en condiciones para realizar correctamente su función. Hoy vamos a hablar del análisis RAMS o CDMS, en castellano, sigla que aúna los términos de:
Confiabilidad, probabilidad de que el activo realice correctamente su función durante un rango de tiempo.
Disponibilidad, probabilidad de que el activo se encuentre operativo cuando sea requerido.
Mantenibilidad, probabilidad de que el activo pueda ser reparado o mantenido en el tiempo esperado.
Seguridad, evitar cualquier riesgo para las personas.
Para llevar a la práctica un análisis RAMS lo que básicamente se hace es, primero, conocer la tasa de fallos y reparaciones de un activo a través de su histórico y plan de mantenimiento. Las fallas han de estar clasificadas por su impacto en la seguridad, operación y coste, además de registrar la descripción del fallo y su causa. De esta fase se sacarán los TPEF (Tiempo Promedio Entre Fallas, indica el tiempo medio que pasa entre que se da una avería, se repara y surge otra avería), TPPR (Tiempo Promedio Para Reparar, el tiempo medio que se dedica a la reparación de una avería) y TPPF (Tiempo Promedio Para Fallar, indica el tiempo medio que va desde que se repara el activo hasta que vuelve a fallar), entre otros.
Partiendo de estos conceptos se inspeccionan los activos, identificando los puntos críticos para proponer acciones que minimicen riesgos. Estas acciones estarán ordenadas en base a un análisis de coste/riesgos por prioridades. Se predecirán los posibles escenarios que puedan producirse de parada o avería y se calculará el coste de cada posible escenario y sus impactos. Y a través del análisis de la información recogida será más fácil y efectivo tomar decisiones sobre los activos, sobre la gestión del mantenimiento y sobre estrategias operacionales.
Como el éxito del análisis RAMS depende de los datos recogidos, estos deben registrarse bajo un criterio unificado, con regularidad y orden. La norma ISO 14224 proporciona una base para recoger datos de confiabilidad y mantenimiento en un formato standard y poder cuantificar la confiabilidad de los equipos. Es esencial que el sistema de recogida de datos sea fácil, cómodo y rápido. La digitalización ayuda en este campo.